Así quedó la lasaña de Germán |
Es un plato algo más engorroso que a lo que
os tengo acostumbrados, pero no es difícil y merece la pena hacerlo. Sienta
mejor en el almuerzo, pero también podéis hacerlo para una cena especial.
En esta receta, quiero darle las
gracias a mi marido, Germán, por todo lo que me ayuda en mis cosas. Después de hacer la
carne, me puse con fiebre y estuve muy resfriada varios días con todo comprado
y preparado para hacer esta receta, menos la bechamel. Él, además de estar
cuidándome, haciéndome zumo, dándome la medicina, etc., cogió todos los
ingredientes, hizo la bechamel y siguió todos los pasos de mi receta para que
no se estropeara la carne, así que la foto que veis es fruto de su esfuerzo.
Ingredientes para 4 personas:
1 cebolla grande
2 pimientos verdes
1/2 vaso de vino blanco
Sal al gusto
1 cucharadita de café de popurrí
de pimientas (varios tipos)
Queso Emmental para gratinar y Edam
en lonchas
Un poco de aceite de oliva
Para la bechamel: 1 litro
de leche, 60 gramos
de mantequilla, 60 gramos
de harina de trigo, una pizca de nuez moscada y sal.
La carne en su punto |
Sofríes la cebolla y los
pimientos cortados en trozos muy pequeños en una picadora, cuando estén
pochados, echas la carne picada, remueves bien y pones la sal y la pimienta.
Remueves todo muy bien hasta que la carne esté bien dorada e introduces el vino
en la sartén, cuando se haya evaporado, echas el tomate frito y remueves un
poco. Lo apartas.
Haces la bechamel, tal como la
prepara JaviRecetas,
que además tiene dos variedades más por si os gusta más o menos espesa. Tamizas
la harina, pones a calentar en un cazo la leche, en una sartén bastante honda,
derrites la mantequilla a fuego lento, cuando se derrita, añades la harina y
dejas que se cueza bien, sin llegar a dorarla. Remueve bien la mezcla con una
espátula de madera hasta que se pueda despegar de las paredes. Viertes la leche
hirviendo en la mezcla y lo apartas del fuego. Remueves bien durante unos cinco
minutos, hasta que desaparezcan los grumos, luego solo hay que poner sal al
gusto y un poco de nuez moscada.
Precalientas el horno a 220
grados por arriba y por abajo. En un recipiente hondo para hornos, pones una
base de placas de lasaña (de las que vienen listas y no necesitan cocción
previa), una base de bechamel, otra de la carne que tenemos apartada, otra del
queso en lonchas, y repites tres pisos de lo mismo, placas, bechamel, carne y
queso, terminas cubriendo bien con placas y echando el resto que nos quede de
bechamel, le pones la cantidad que quieras de queso para gratinar y lo metes al
horno unos 30 o 40 minutos aproximadamente, el tiempo necesario para que las
placas se pongan en su punto. Se pueden hacer unas patatas revolconas al estilo de la cocina de la Rubí para acompañar y tenemos un almuerzo contundente que le gusta a casi todo el
mundo.
Que os salga tan rico como a mi marido
y a mi o más J